Y ésta, ¿quién es?

Este proceso de cambios ha sido bien fuerte, porque he tenido que aprender muchas cosas. En realidad, esto comenzó el fatídico 2003, cuando tuve que aceptar que necesitaba ir al psiquiatra y tomar pastillas antidepresivas. Los cambios fueron paulatinos durante más de un año y ahora se incrementó el ritmo...
Lo más "cómico" de todo es que he tenido que mirar mi interior y ver a aquella persona que está escondida tras mis miedos, como aquel temor al que no me quieran y el que, muchas veces, me hizo fingir alegría o agrado en situaciones en las que no me sentía bien.
Mi primera sesión con la psiquiatra finalizó con la siguiente tarea: debes aprender a enojarte. Podía, hasta ese entonces, contar con los dedos de mi mano las veces en que me había enojado, 25 años de rabias contenidas me habían provocado la depresión. Hoy, a mis 27, me doy el permiso de enojarme y hay gente que se ha sorprendido. No he logrado el 100% aún, pero en eso estoy, por llegar a la meta. He descubierto que soy una persona más rabiosa de lo que alguna vez pude haber aceptado.
Hay algo que ustedes creerán extraño, pero lo contaré: hasta mi forma de reírme ha cambiado. Pasa que todos siempre han creído que mi voz es aguda, y claro, así se escucha. Pero desde chica fui contralto, era preciada en los coros de niños porque tenía un registro más bajo... ¿qué quiere decir eso? Que mi voz, de por sí, no es aguda, pero mi cuerpo siempre estuvo tenso para parecer agradable (es un dato que me dio mi Mai) y eso me hacía subir el registro de mi voz al hablar. Por eso ha cambiado mi "carcajada tipo" (ahora parece más "Sandoval") e incluso mi registro al conversar.
Siento que descanso porque hay momentos en los que estoy seria y da lo mismo, la gente me ha seguido queriendo igual. Hasta mi papá, siendo que mi última conversación con él fue bastante fuerte. A propósito... el otro día filosofaba con Francisco respecto a mi autoestima y yo le decía que no entendía el porqué de mi baja autoestima, si mi Mai es una persona que siempre nos ha incentivado y ella misma es una trinfadora por sí misma, sin la ayuda de nadie... y saqué por conclusión que toda mi baja autoestima era por el estigma que arrastraba de que yo no era importante para mi papá... caso cerrado, chicos, porque mis estigmas infantiles ya murieron y ahora que me estoy viendo uf, de la hija que se está perdiendo (diría la nouvelle Marie Pelouse jajaajaj).
Sí, me he demorado quizás más que los demás... mis compañeras de colegio están casadas y con hijos y yo aún estoy en la universidad. Pero toda esta vuelta que me he dado me ha servido de aprendizaje, ya me hizo el click y, al respecto, mi Mai me dijo "de aquí en adelante no te para nadie".
Soy una rara mezcla de niña con adulta (así es que Patty y Erik, no se preocupen que eso de niña no lo perderé, es de familia, mi mamá es igual)... Soy una apasionada por la vida, una dulce que puede ser rabiosa, una escritora compulsiva (y sí, lo elegí de oficio, para que vean cómo es la cosa jeje). Acepto correr riesgos, a veces me pego porrazos bien fuertes, pero aquí estoy, de pie y con ganas de seguir luchando.
Y esta aparecida, ¿quién es? Soy yooooooooooooooooooooo poh :P (mi verdadero yo jajaja).


Saldos al día:

• Un día sin mi bici, la dejé donde la Ale buuhh
• Me lo flojeé todo ayer, ni salí al patio jeje
• Buscando pegaaaaa (mmm debo grabar ese demo, apareció una oportunidad interesante)
• I'm not her!