Capítulo 14: El fin

Tarde de sábado. Yo estaba en su casa y me dice: "te voy a llevar a tu casa para que descanses" mientras yo estaba acostada en su cama con mi pie enyesado en alto. Yo le pregunté para qué si ahí mismo estaba descansando, pero no supo qué más inventar, y me llevó a casa. Yo sabía que no hallaba la forma de librarse de mí. Estuvo 5 minutos en mi casa y dijo que debía irse "a trabajar" a su casa. Cuando llegó, se conectó a MSN y dijo "voy a comprar"... no sé dónde fue, quizás a Concepción o al espacio porque demoró horas. Lo llamé más tarde para saber si nos veríamos ese sábado en la noche. Le pregunté cómo le fue en la compra y dijo que al final no compró nada. Le pregunté con quién estaba y me dijo "adivina", yo le dije "con tu mamá" y me dijo que sí, con una voz que no corresponde a la voz de cuando está con su mamá, ya le conozco todos los tonos. "Muy bien", le dije, "que te vaya bien en lo que tienes que hacer", me despedí y corté, pensando en que era segundo sábado en la noche en que me dejaba botada... y último.
Domingo en la tarde: no quería ni escucharlo, pero tuve una emergencia computacional que él debía asistir porque él puso una clave en mi PC que yo no sabía. Más tarde lo llamé para ver si nos veíamos y me dijo que no sabía. Más tarde lo volví a llamar para decirle que necesiaba conversar con él, y aún no sabía si podría. Después otra vez, me dijo que cuando terminara de trabajar vendría. "Cuando me has necesitado ahí he estado, es la única vez que te estoy exigiendo algo. Sólo necesito 5 minutos" y me dijo que después de trabajar vendría, que eso podía ser tarde, pero le dije que no importaba.
Le había pedido 5 minutos y usé 2. Llegó un poco antes de medianoche. Obvio, ni con un beso me saludó. Miré el reloj y le dije "5 minutos". Le largué todo en un tono muy frío, le dije que le iba a decir lo que hace tiempo queria escuchar, que terminábamos que muchas gracias por todo y que en su momento fue muy bonito. "Yo te amo pero no voy a seguir perdiendo la dignidad por ti si es que tú no me amas, y lamento que no te hayas atrevido a decirmelo, ¿alguna pregunta?". Como siempre, no tenía nada que decir. Le dije que eso era todo, tomé las llaves y fui a abrirle el portón. Antes de que saliera le dije: "y me da pena que no vas a salir de donde estás, no quieres salir de donde te estás revolcando, qué lata que te olvides tan fácil de lo que soñaste, y no me cuesta decirte estas cosas porque para mí eres otra persona". Claro, frente a mí tenía a alguien extraño, no la persona de la que me enamoré.


-Doctora Queen, ¿otro caso cerrado?
-Sí, lamentablemente... muerte cerebral
-Quiere decir que aún no hay paro cardiorespiratorio
-Efectivamente
-Entonces puede donar sus órganos, doctora
-Pues hay que estudiar si tuvo alguna enfermedad que se lo impida...

Saldos al día:

• No tengo pololo, o sea, ya hace un tiempo que ya no tenía.

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